"De la Economía Lineal a la Circular: Un Viaje por la historia hacia la Sostenibilidad"
La transición a una economía circular es un proceso gradual que implica cambios en múltiples niveles, desde el diseño de productos hasta la gestión de residuos y la mentalidad de los consumidores. La colaboración entre diferentes sectores y la adopción de prácticas sostenibles son clave para lograr este cambio.
Carmen Mena
1/31/20245 min read


Del modelo lineal al circular. Un paseo por la historia
En la economía de subsistencia, durante la prehistoria las sociedades eran nómadas y vivían de la caza y recolección, dependían de la naturaleza para la supervivencia, viviendo en equilibrio con el entorno. (Palanca, 2018)
La revolución del neolítico (10 Características de la Revolución Neolítica, s. f.) dio lugar a la aparición de la agricultura y ganadería, y por tanto, a las primeras civilizaciones. El desarrollo de la agricultura permitió la acumulación de excedentes y el crecimiento de poblaciones.
Comienza en este momento a tomar importancia la gestión sostenible de la tierra y el agua para mantener la productividad agrícola a largo plazo.
Durante la Revolución Industrial (Revolución Industrial, s. f.), en el S. XVIII se inició un proceso histórico que conllevó grandes cambios sociales y económicos dando lugar a la migración del campo a las ciudades y a cambios hacia una economía basada en la industria manufactura y la producción a gran escala.
Algunos de los inventos más importantes fueron la máquina de vapor, las máquinas textiles y el alumbrado público a gas.
En este periodo se comienza a explotar de forma masiva los recursos naturales sin suficiente consideración por la sostenibilidad, comenzando así con los problemas ambientales.
El SXX nos llevará al desarrollo económico y la globalización. Comenzamos a oír hablar de la gran conspiración de la obsolescencia programada y el consumismo que inicia su desarrollo como consecuencia directa del capitalismo y la aparición de la publicidad.
La explotación intensiva de recursos y la contaminación en las ciudades, provocan efectos negativos sobre el medio ambiente comenzando así un creciente interés sobre prácticas industriales más sostenibles.
El desarrollo sostenible es un concepto que aparece por primera vez en 1987 con la publicación del Informe Brundtland definiéndolo como “aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”.
A partir de este informe y el necesario consenso internacional, la Cumbre de la Tierra nos deja una Declaración de Principios y un Plan de Acción (Agenda 21).
En septiembre de 2015, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en la histórica Cumbre del Desarrollo Sostenible y aprobaron la Agenda 2030.
Esta Agenda contiene 17 objetivos de aplicación universal que, desde el 1 de enero de 2016, rigen los esfuerzos de los países que conforman el sistema de las Naciones Unidas, para lograr un mundo sostenible en el año 2030.
La importancia de estas agendas radica en su alcance global y en su enfoque en la sostenibilidad a largo plazo.
Los ODS establecidos en la Agenda 2030 son una guía para los gobiernos, las empresas y las comunidades para trabajar juntos en la construcción de un mundo más justo y sostenible para todos.
Hasta ahora, hemos resumido muy brevemente la evolución de la economía en la historia, pero volvamos a la Revolución Industrial, donde nace la economía lineal, un sistema mediante el cual se extraen recursos para producir bienes de un solo uso que en su mayoría termina en desperdicio.
Figura 1. Economía Lineal.
Con este sistema lineal durante la revolución y los años siguientes, los países industrializados se convirtieron en sociedades en abundancia donde muchas personas salieron de la pobreza.
Este desarrollo global fue posible a la extracción de recursos naturales y producción en masa dando lugar a una transformación económica sostenida por una demanda cada vez mayor causada por la publicidad y la obsolescencia programada.
Las empresas empiezan a producir bienes gracias a la extracción de materias primas finitas y el uso de bienes naturales degradando el capital natural para generar valor económico.
Este sistema lineal, es contaminante e insostenible, degrada y destruye los sistemas naturales y es el motor de los desafíos globales, incluido el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. (¿Qué es la economía lineal?, s. f.)
Por todo ello, para poder transformar nuestra economía a un sistema económico que pueda preservar los recursos naturales de los que dispone la humanidad, se deben sentar las bases para dirigirnos a un sistema circular que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido, de esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende. (Economía circular, 2023).
Figura 2. Economía Circular
¿Por qué deberíamos cambiar a un modelo de economía circular?
En primer lugar, para crear empleo y ahorrar dinero a los consumidores.
- La transición hacia una economía más circular podría aumentar la competitividad, estimular la innovación, impulsar el crecimiento económico y crear empleo.
- El rediseño de materiales y productos para un uso circular también impulsaría la innovación en diferentes sectores de la economía.
- El impacto en el clima es otro de los factores. La extracción y el uso de materias primas tienen importantes consecuencias medioambientes, aumenta el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras que un uso más inteligente de las materias primas puede reducir las emisiones contaminantes.
En segundo lugar, para proteger el medioambiente, pero, ¿Cómo podemos llevarlo a cabo?
- Reciclando y reutilizando productos. De tal forma que se ralentice el uso de recursos naturales, la alteración del paisaje y el hábitat ayudando así a limitar la pérdida de biodiversidad.
- Mejorando el diseño del producto. Crear productos más eficientes y sostenibles desde el principio ayudaría a reducir el consumo de energía y recursos, ya que se calcula que más del 80% del impacto ambiental de un producto se determina durante la fase de diseño.
- Redefiniendo el diseño y los materiales de envases y embalajes. El objetivo de la UE es atajar el exceso de envases y mejorar su diseño para fomentar la reutilización y el reciclado.
- Reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Por qué debemos reducir el uso de las materias primas?
Son finitas.
Porque hace que unos países dependan de otros con los riesgos que esto conlleva.
La reutilización y el reciclaje de las materias primas permitiría estabilizar los precios, disminuir los riesgos asociados al suministro y disminuir el déficit comercial.
El reciclaje y la reutilización podrían ser una fuente importante de materias primas fundamentales que son necesarias para la producción de tecnologías cruciales para alcanzar los objetivos climáticos.
En definitiva, avanzar hacia una economía más circular podría generar beneficios como reducir la presión sobre el medioambiente, mejorar la seguridad de suministro de materias primas, estimular la competitividad, la innovación, el crecimiento económico y el empleo, proporcionando a la vez a los consumidores productos más duraderos e innovadores que brinden ahorros monetarios y una mayor calidad de vida.
¿Qué se está haciendo para conseguir transformar el modelo económico lineal en circular?
Garantizar el “derecho a reparar”.
Poner foco mejorando residuos eléctricos y electrónicos.
Desarrollar estrategias para reducir plásticos.
Mejorar la industria textil.
Desarrollar leyes sobre reciclaje y residuos.
Establecer medidas para la transición verde.
Disminuir residuos de envases.
En la actualidad, se están desarrollando acciones muy diversas para conseguir la transición de un modelo económico lineal a uno circular, con el objetivo de mejorar la biodiversidad y preservar los recursos naturales.
En próximas entradas seguiremos profundizando en las acciones que se están llevando a cabo para conseguirlo.
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